Ética BDSM para dominantes (4): Culpas.

"El echar la culpa a alguien, un ejemplo de límites mal establecidos, consiste en negarse a hacerse responsable y actuar en consecuencia respecto a tus propios temas, tus sentimientos, dilemas y acciones. Por supuesto, sí hay ocasiones en que un problema es realmente es culpa de una persona en particular, y debe respetarse eso... pero creemos que la mayoría de los problemas que surgen entre personas realmente son cosa de los dos o de todas las personas implicadas; proyectamos la responsabilidad por lo que sea que ha ido mal en otra persona, normalmente para evitarnos un horrible sentimiento de culpa o preocupación. Cuando le echamos la culpa a alguien también nos quitamos poder a nosotrxs mismxs: Es todo TU culpa, por lo que YO no debo ser capaz de hacer nada.

Por eso recomendamos que te aproximes al problema que ha surgido del juego (o cualquier otra relación) sin juzgar a la otra persona. En nuestra cultura puedes ver a muchas personas intentando resolver un problema buscando de quién es la culpa (el autor de comics Fran Lebowith dice "No es sobre si ganas o pierdes, es a quién echas la culpa"), como si la mayoría de nuestros dilemas fuesen causados por alguien haciendo algo mal. En SM, podemos echar la culpa a lxs top acusándoles por su enfado, actitud o abuso cuando una sesión no sale bien. Podemos echar la culpa a lxs bottom acusándoles por ser dependientes, rebeldes o ir de listxs.

El echar la culpa puede aliviar nuestra preocupación a corto plazo, pero no resuelve nada a largo plazo. Si, por otro lado, puedes dejar tus juicios a un lado y trabajar sobre tus sentimientos mientras escuchas los sentimientos de tu pareja, puede que seas capaz de llegar a un entendimiento que os mantiene en sintonía mutuamente y os da capacidad para solucionar el problema de manera que podéis seguir jugando y pasándolo bien."

Traducción de extractos de The New Topping Book
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