Sexo con más de 60 años

La vida es curiosa. En el gimnasio (al fin he vuelto) veía un recorte pinchado en un corcho donde se veía un recorte de una revista. Se veía una mujer mayor, Cristina Molina, que había quedado viuda a los cincuenta y que ahora dice que sí está disfrutando de la vida. Setenta y dos años tiene ahora, creo. Me sonó interesante, y me puse a buscar en google, a ver si encontraba algo de ella...

... y resulta que me encuentro un artículo inmenso que acaban de publicar en El País: "El último tabú. Sexo a partir de los 60". En el artículo Cristina no dice la edad. "De edad indefinida, la que tú creas". No me enrollo más con el tema, porque el artículo es inmenso. He extractado unas cuantas cosas, pero claro... son las que a mí me han dado la gana. Si lees todo completo seguramente te llamen la atención otras cosas:

"El 60% de los mayores de 65 años dice tener una vida sexual placentera, con una frecuencia media de cuatro contactos al mes, según un estudio de la Sociedad de Medicina de Familia. El 40% restante confiesa problemas para obtener satisfacción plena o haber renunciado al sexo: bien por esos problemas o, sobre todo las viudas, por falta de pareja. "

"Fina y Joan hacen el amor todos los sábados "de reglamento" y alguna vez entre semana "si se tercia". A sus 79 y 85 años, relativamente sanos más allá de la diabetes y la hipertensión de él y la artrosis de ella, parecen dos ancianitos de anuncio. Da gusto mirarlos: lustrosos, pelo blanquísimo, cutis de bebé. Llevan 57 años casados. Se desvirgaron mutuamente en su noche de bodas y tuvieron tres hijos sin más anticonceptivo que "la marcha atrás".(...) Yo disfruto más ahora, hija, las cosas como son", confiesa ella. "Antes, él se ponía como un toro, pero acababa muy rápido y yo necesitaba más tiempo. Ahora no es tan fuerte, pero es más lento y a mí me viene el gusto muy bien."

"Las mujeres ya no se resignan. La que ha tenido buen sexo, quiere seguir teniéndolo, y si hay problema, pide ayuda", dice el ginecólogo Santiago Palacios. "Mientras que se investiga sobre cómo mejorar el flujo sanguíneo, ya hay cremas y comprimidos vaginales absolutamente inocuos que proporcionan microdosis locales de estrógenos, combaten la sequedad y facilitan las relaciones. Deberían usarlas todas las menopáusicas. Yo les digo a mis pacientes que piensen que es como la hidratante que se ponen en la cara mañana y noche, pero en la vagina, dos veces por semana y para toda la vida". Respecto a los hombres, el andrólogo Ruiz-Castañer admite que hay un antes y un después de la comercialización en España del sildenafilo -el principio activo de Viagra, Cialis y Levitra- hace una década. El vasodilatador ha dado alas a muchos mayores con problemas de erección. Pero el coito no lo es todo. Ruiz-Castañer recurre a un símil deportivo. "Hay que desgenitalizar el sexo. Cuanto más variada haya sido la sexualidad durante la vida, mejor y más plena será en la vejez. Hay quien ve el orgasmo y la eyaculación como tocar el Everest. Pero también se puede disfrutar del senderismo, incluso pasear en plano y gozar de la excursión sin tener que hacer cumbre. El sexo siempre vale la pena".

"Hoy se ve a los sexualmente activos como viejos verdes, pero los que ahora tienen en torno a 60 van a ser viejos sexies, porque tienen buena salud, han tenido deseo, van a seguir teniéndolo y no van a esconderlo. Muchos han estado muy reprimidos. Los que llegan ahora, no". Hay datos elocuentes. En 2008 se separaron 13.000 españoles al filo de los 70 años, 3.000 más que en 2005. Los mayores aspiran a vivir tranquilos sus últimos años.

"Cristina, casada a los 20, tuvo "una sexualidad reproductiva" con su marido. "No me entregaba, no sentía". A los 40 años se masturbó por primera vez y descubrió "el poder" de su cuerpo: "todo está en ti, tú eres la llave". Después, al enviudar, decidió recuperar el tiempo perdido "sin tabúes ni resentimiento". Internet, las clases de danza, el teatro, la calle, le ofrece oportunidades. Y aprovecha las que quiere. "La vida ha velado por mí: lo vas a pasar bien, aunque sea a destiempo. Mis hijos dicen que estoy salida, creen que ya no me hace falta eso. Pero soy mujer. Necesito caricias, intimidad, abandono, entrega, sentirme deseada. Les he dado mi vida, ahora me toca a mí".

Para cerrarlo añado un par de fotos, de otras opciones que no aparecían en el artículo...