Osesionado con el seso

Aprovechando que está en Madrid de visita, es un buen día para contarlo: Mi madre tenía razón. Se lo dije el otro día, cuando la llamé para contarle mi "cambio profesional" para pasar a centrarme en torno a cosas relacionadas con sexo. Su primera preocupación era si todo lo que yo hacía era legal... Supongo que pensaba si iba a dedicarme a la prostitución, a montar un club de carretera o vete tu a saber.

Se lo dije porque recordaba la frase que me decía desde los 12 años, creo que era esa época cuando descubría revistas porno por la casa. Una y otra vez. Yo venga a comprarlas. Ella venga a tirarlas. La de dinero que me habré gastado. "...Es que estás osesionado con el seso...", me decía. Lo pronuncia así, sin las equis, sino como eses. Cosas de Galicia.

Ya conté una vez la fuente familiar de mi gusto por las perversiones. No sé si conté sobre la primera revista porno que me encontré en la calle, con muchas ilustraciones. Las revistas hetero que solía comprar, oscilando siempre entre la caspa nacional y las fotazas anglosajonas. De cómo descubrí el BDSM jugando a solas también con 12 años (¿lo he contado?, fue todo a la vez...), leyendo el libro de perversiones, y con las revistas que aparecieron mucho más tarde ("Sado-Maso", "Cueros",...), de cuando hacía mis propios dibujos porno...

Pues eso, que me viene de hace mucho tiempo. ¡¿Para qué resistirse?!