Un swinger (implicado directamente) contesta a El País (editado)

La semana pasada parece que era la semana del BDSM, con tanto sobre 21 días. Ahora parece que será la semana del swinger... Tras el artículo de El País sobre intercambio de parejas, Sr Azul, que acompañó al periodista a los locales swinger *, que intercambió un par de emails con el periodista dando información sobre con quién contactar de los locales swinger, le envió a Guillermo esta carta, que copipego tal cual (gracias por enviarla Sr Azul).

Mañana cuento yo, que la carta ya es bien larga...

"He leído con atención el artículo (más o menos, porque es una bazofia). Estaba "cantado" que sería así. Ya venías predispuesto, que no dispuesto a entender el mundo liberal. El setenta y cinco por ciento del artículo está dedicado al aspecto más residual y marginal del ambiente. Cualquier día de diario (días de tíos), según tengo entendido, sólo lo frecuentan veinte o treinta parejas, a lo sumo, mientras que un fin de semana somos trescientas entre los dos locales.

Hubo gente (has recogido brevemente su testimonio bajo nombres falsos), que hizo mucho hincapié en definir el ambiente como algo perfectamente normal entre gente normal y mínimamente inteligente y aseada, tanto de cuerpo como de cabeza. Tú, a pesar de ello, describes situaciones que más bien parecen sacadas de una película porno guarro o gore.

Eso no es el ambiente, aunque hay que reconocer que también puede suceder en un día de diario, pero eso es, insisto, residual. Los fines de semana no son así.

También te aportaron algunas ideas más que reforzaban el argumento de que el ambiente liberal no es "oscuro" sino claro, muy claro, practicado por gentes divertidas y sanas que detestan la mentira y la hipocresía de los valores tradicionales, es decir la deslealtad y la infidelidad. Pero eso no "vende".

Me ha molestado mucho determinadas apreciaciones como "un intenso olor acre emana del agujero. Marea". Se clava como un aguijón en algún lugar del cerebro". Lo único a ti se te
clavaen el cerebro son los prejuicios y casi seguro una estupidez crónica. Qué coño tiene que ver un etnólogo en todo esto.

Ah, sí vuelvos a verte o a hablar contigote diré personalmente que los -swingers- gemimos de placer porque nos sentimos en el paraíso; no "gimoteamos" como si estuviéramos en el infierno de Dante (no te vendría mal darte alguna vuelta por el María Moliner).

En fin, lamentable, porque no ha sido una aproximación neutra e imparcial; sino una lectura interesada que solo busca el desprestigio y la condena, pero no tienes la gallardía de hacerlo abiertamente sino manipulando detestablemente. Cualquiera que no sepa o no haya entrado nunca en un local pensará, como dice el artículo, que son lugares con aíre de "mazmorra medieval".

Qué asco de gente que, además, para desgracia de todos, sois portavoces de lo "políticamente correcto". No te canso ni me canso más.
Un saludo."

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*El post está editado a las 21.00 del 16.02.2011, ya que según me aclaró Guillermo, lo que puse no era del todo correcto: Sr Azul NO acompañó a Guillermo a los locales.