Parafilias: Fetichismo por los robots (y III)

Primer plano de EveR-1

Las facetas de este fetichismo que más aprecian los miembros de la comunidad ASFR son muy variadas. Para algunos, la apariencia de robot, el movimiento o el sonido son importantes para excitarse. Para otros esas cosas no lo son y lo que desean es un androide que parezca un ser humano. Lo mismo pasa con la autoconsciencia (que el robot sea consciente que lo es, sentience). A algunos les gusta la capacidad del robot de quitarse trozos de piel o apéndices corporales para mostrar sus circuitos, mientras que a otros les parece desagradable. Hay una división mayor entre los que prefieren un androide con apariencia humana y lo que prefieren que tenga un aspecto más mecánico, por ejemplo, con una superficie metálica.

Como no existen androides y humanoides que parezcan reales a disposición de los consumidores, este fetichismo solo puede llevarse a la realidad en un número limitado de maneras. Primero se hace a través de la fantasía, acompañado de autoestimulación o juego de roles con su pareja. El arte ASFR es importante por lo tanto para reforzar la imaginación.

El arte con contenido ASFR incluye, pero no está limitado a esto, películas de ciencia ficción, programas de televisión, novelas, historias cortas, ilustraciones, fotografías manipuladas, canciones e incluso anuncios de televisión. Dichos trabajos son buscados por los tecnosexuales puesto que no están disponibles androides viables económicamente hablando. Las muñecas sexuales como RealDoll sigue siendo la unica manera de explorar este fetichismo de manera completa. De todos modos, recientes desarrollos en robótica e inteligencia artificial, como el ejemplo de Actroid o EveR-1 sólo puede llevar a la fabricación de modelos más avanzados de compañeros sintéticos.

Se debe señalar que algunos ASFRianos no desean usar compañeros sintéticos en absoluto y en su lugar, prefieren una pareja humana para realizar juegos con la fantasía.