Toallas ¿hasta cuándo?

Hace años los locales swingers eran una cosa muy triste. Ponían una música tre-men-da, películas porno de los 80, tenían una decoración "así así" y había que ponerse una toalla a la cintura. Igual hay quien no se lo puede imaginar. Por eso se mantienen locales hoy en día tal cual estaban en aquella época, así sabemos cómo eran antes las cosas. No digo quien me lo ha contado para que puedan volver a entrar al sitio :-)

En Madrid —no he sido testigo en otros sitios ni me lo han contado—un día Momentos decidió cambiar la música y poner algo normal, pop, 40 principales... Cosas normalitas, Madonna... Algo más tragable que las baladas y boleros... y detrás vinieron el resto de locales swinger y cambiaron a cosas más parecidas a la música que oirías en un bar de copas.

Todos los locales swinger siguen fieles a su tradición de las pelis porno en monitores, para que la gente hable de lo que ve allí, tenga algo de que hablar distinto que el fútbol, la crisis o la política. Pero por lo menos fueron cambiando las películas.

Hay algo que sigue exactamente igual: La dichosa manía de que la gente, cuando decide pasar a la zona de colchones debe ponerse una toalla. Se puede pensar que vienen bien porque hay jacuzzi... Pues no: resulta que se usa el mismo "protocolo" en locales sin jacuzzi.

1. Es un corte de rollo que, si te has animado y ya pasarías a la zona de camas, debas pre-ci-sa-men-te entonces, bajar a los vestuarios, dejar la ropa, ponerte una toalla blanca a la cintura... 

2. No nos queda bien ponernos toallas... Nos imaginamos así, pero en realidad, con suerte, nos parecemos a esto. 

¿No sería mejor en todo caso sustituirlas por albornoces?¿por pareos?. Hoy día en los chinos debe salir muy barato comprar un montón de pareos... A ver si vemos pronto el día en que cambie esa contumbre.

Mientras tanto seguiré haciendo trampa: Pasando a la zona de follar, dejar mi ropa amontonada en una esquina del "colchón", hacer lo que me apetezca y, cuando toca irse, volverme a vestirme ahí y ya. O desnudarse a medias estando en otros recovecos y pasillos del local. ¡Toalla free!