¿Dónde está Wally? (II)

La fiesta de ayer ha dado para que charlemos mucho mi señora y yo a la hora de comer...


Prácticas vs roles
Algo que nos molesta es que aquí se suele entender que uno o tiene rol sumiso o rol dominante. Punto. Todos las personas dominantes son parecidas, todas las personas sumisas son parecidas. Por supuesto las personas son distintas unas de otras. Pero el rol, el vestido, el papel que se le pone a cada uno es el mismo, o muy semejante.

"-¿Eres sumiso? -Sí. -¿Y qué límites tienes?" Una vez señalados los límites, parece que sólo hay un papel a desempeñar. Saldrá quien defienda que no es así. En teoría, en foros, puede que sea así; la realidad es muy distinta a eso, muy igual a sí misma.

Frente a eso, la modalidad de prácticas: "a mi el fisting, el spanking, y la humillación. Ah, pues a mi, el macramé, el spanking y agujas. Hostia, pues podemos quedar y hacernos una sesión de spanking". Enumerar los gustos de cada uno, ver en qué se coincide y hacerlo. Parece que aquí no hay manera.

Me interesan mucho más las parafilias y perversiones, más que cuerdas, látigos, dolor, sangre, sudor y lágrimas.
Pero es que lo tuyo no es BDSM.
Entonces eso significa que no somos BDSM.



Las pintas
Poca gente parece tener mucho interés en aportar "color" al gremio. Mucha camisa negra, pantalón negro,... no vaya a ser que se enteren mis vecinos...
Mentira: en todas las fiestas siempre se ha podido ir con la mochila (como hace Linda y bien espectacular que aparece después) y cambiarse allí. Pero no. Parece que lo mejor es ir "de calle".
Eso nos hace echar de menos la que para ahora es, a toro pasado, una de las mejores fiestas fetish que recordamos en la historia: la primera Sextation, de PabloGens. Recordamos de esa fiesta el abrir la puerta de la entrada y ver el paraiso al fondo: chicas bollos y chicos gay, con una estética mucho más interesante y un ambiente mucho más....un ambiente mejor.
Resumen: deprimente el panorama que se ve con esa ropa.


La misma mierda de siempre
Hay gente a la que no le importa. A nosotros sí.
Aunque vayamos al rollo swinger (que sólo visitamos de cuando en cuando), o al rollo bdsm, hay algo que es elemento común a ellos y los valores que se tienen en la vida cotidiana: abunda la homofobia, abunda la monogamia y cierta misoginia/machismo, desde cosas sutiles a situaciones nauseabundas.

Hay a quien esas cosas no se le atragantan. A nosotros sí, precisamente además en lugares o territorios que se supone que son para cuestionar la sexualidad convencional o al menos ofrecer otras alternativas al modelo único que se ofrece socialmente. Ya sabemos que abunda un esquema masculino/femenino machito ligoteo en el ambiente de locales de salsa: pero es que esos locales no se venden como alternativa a nada. Es ocio. Punto.

Los otros ofrecen un algo más, que cada día es menos. O se nos queda más pequeño.
En resumen, que dejaremos de ir durante una temporada a las fiestas BDSM.
En su lugar puede que vaya a reuniones de amiguetes (aunque a la cena de este sábado no pueda por otras razones).

Seguiré contando donde hay fiestas (como el día 24 en Ambar), eso sí. Pero más de lo mismo: 45 euros la pareja, 60 euros los chicos, chicas gratis. Paso. Ni-de-coña pago 60 por entrar ¿se creerán que son un concierto de los Rolling?. Y para encontrar lo que ya sabemos. Lo dicho. Que va a ser que no.