Cosas que no sabéis sobre mí

Como un virus que va afectando a toda una famili, creo que me arranco también por escribir una lista de cosas desconocidas sobre mí, como han hecho primo, prima, y algunos más... Eso sí: como me paso todo el día haciendo confesiones aquí, escribiré esas cosas que no cuadran con esa imagen, o que no tienen que ver con sexo y perversiones... Y no lo limito a 8, sino que escribiré los que salgan.

1. Bailo salsa, merengue y bachata. Y para más delito, me gustan. No saben lo que es diseñar con música alegre de fondo en lugar de chill out. Precioso. Para más inri suelo ir una vez a la semana a clase.
Yo era de los que cada vez que iba a una discoteca y ponían salsa se iban. Fue después de unas vacaciones en Rep Dominicana, cuando descubrí que escuchaba bachata todo el mundo y que no era algo para los turistas (como la salsa en Cuba, donde a todo el mundo, como muchos países latinos, les gusta el reggaeton), que decidí comprarme unos CD de bachata y escucharlos a la vuelta. Cuando lo hacía, me colocaba mentalmente en las vacaciones, una especie de prórroga,... tanto escucharlo, escucharlo, escucharlo... se acaba así.
Y no, no tiene nada de cool lo de la bachata. En la Rep Dom se considera música de los paletos del norte (visto desde Sto Domingo)...


2. No me gusta especialmente la juerga nocturna.
Pasados los años de mucha juerga, ahora en la crisis de los 40 (los cumplo en un mes), prefiero estar en casa a las 2 o 3 como muy tarde. Y sin beber más de dos copas... Y mejor si es un sólo día a la semana.
Por eso es también que me suelen dar por culo los eventos erótico-festivos, en los que el horario suele ser: 10.30 la gente cena, 11.30 la gente se toma copas en otros sitios para emborracharse barato, 1.00 la gente llega, 2.00-3.00 la gente sigue hablando, 4.00 la gente se da cuenta que van a cerrar pronto y se ponen a hacer algo. Un coñazo.


3. Me dan mucha pereza los monumentos.
Eso de viajar e ir a ver el castillo de tal, la iglesia de cual, la plaza de nosequé, me parece de lo más aburrido. Afortunadamente mi santa es muy parecida. Solemos tirar por sitios con mucho verde, mucho campo o mucha agua, para bucear.
Algo parecido me pasa con las exposiciones: me gusta ir a ver cosas concretas, pero eso de ir a verse todo Tintoretto, todo Patinir,... me cansa. Es en Kassel donde me gustaría estar ahora. Y no mirando, sino leyendo y leyendo.

4. Creo haber estado a punto de morir una vez.
Una mala mezcla (bebiendo todo un día con un amigo + copas por la noche + un éxtasis + un somnífero rápido) hace casi 15 años, al meterme en la cama empecé a notar como el cuerpo se iba quedando helado, empezando por brazos y piernas, y me hizo saltar, llamar un taxi, salir volando a urgencias y que me dejasen en observación esa noche.
Me quedé pillado en aquel entonces, con ataques de ansiedad cada noche, creyendo que me iba a morir (la absoluta certeza -falsa- que se tiene cuando se sufre un ataque de ansiedad) y teniendo que ver la televisión hasta que caía agotado y no me daba cuenta de que me quedaba dormido. Estuve así un par de años, con los ataques y Tranxilium diario.

Eso pasa por jugar con fuego: Cuenca (y bellas artes) fue la época de beber mucho, algún tripi, algún opiáceo, algún éxtasis, popper... Estuvo muy bien en su momento, pero...


5. Me encanta el buceo.
Engancha. Es fantástica la sensación de estar flotando ahí abajo, ver todo lo que ves.... Aunque aparenta lo contrario visto desde fuera, es de las cosas más relajantes que conozco; una vez que estás en el agua. Lo de llevar el equipo, ponérselo, es un rollo.


6. No soporto a los megasuperextrafotógrafos.
Esos que yendo de paseo por ahí (no en un estudio) se arrancan con la cámara más grande que han podido comprar.
Tiene cojones. Gente como Thomas Dworzak, de la agencia Magnum, se arreglan con cámaras pequeñas como la Ricoh GR. Pero no, hay gente que le hace falta más... Vivir para ver.


7. No soporto las multitudes cuando voy de vacaciones, como todo el mundo.






8. Me dan muucha pereza los tontos del cool.
Aunque tengo yo parte de eso, de gusto por las novedades, la última parida técnica, las cosas fashion, me da una pereza tremenda ir a esos sitios catedral de lo cool (El viajero, La Mancha, Argumosa y alrededores...), especialmente esos con gente relacionada con cine, televisión, agencias de publicidad, con esas caras tan serias, tan distantes,... o tan cool ellos, con esas carcajadas que se oyen a varios cientos de metros...